http://www.terencecook.com/2012/01/taller-tactica-mental-personalizada-tmp.html

lunes, 5 de octubre de 2009

¡ IN THE ZONE !!!!! Campeón del Club PWCC 2009

Gané el Campeonato del Club del Prince of Wales Country Club (categoría máxima) por tercera vez. Lo hice 33 años después de la primera vez que gané, en 1976. También gané en 1994.
Una anécdota: para la semi, y la final, llevé al mismo caddie que en 1976, el querido Héctor (Luchito) González.

No hubiera podido ganar si no hubiera utilizado mi método mental, el que me permitió sacar adelante el Campeonato, especialmente en la final a 36 hoyos contra mi amigo y partner de toda la vida, Felipe Taverne. Creo que el hecho que Felipe y yo hayamos llegado a la final demuestra lo lindo que es el golf. No hay otro deporte donde uno pueda seguir competitivo rozando los sesenta años.

No hay duda que mi método mental fue la razón por la que pude ganar. Felipe que no estuvo en un buen día, es un contendor temible que puede dar vuelta un partido en cualquier momento. Antes, yo hubiera "arrugado", y el Método me permitió mantener mi performance, a pesar de un par de momentos críticos, cuando pensé que se me iba el partido.

Lo que pasó fue lo siguiente:

sábado, 8 de agosto de 2009

Comprobación científica

Sigo usando un método mental cuando estoy en la cancha, y me sigue dando excelentes resultados.

Es claro, eso sí, que en este apasionante y complejo juego jamás va a existir un método que permita un éxito en todas las oportunidades. Son demasiadas las variables que entran en juego para que algún método sea infalible. Basta recordar lo que le pasó a Tom Watson en el reciente British Open. Hizo todo bien, pero la hazaña más grande de la historia del golf mundial, se le escapó de las manos por un tiro que voló algunos centímetros demás, o una sutil ráfaga de viento que le jugó una inesperada mala pasada.

En consecuencia, el Golf requiere de altos niveles de paciencia. Pueden pasar semanas, o incluso meses, en que "las cosas no se dan", por situaciones de escasos milímetros. Putts que antes caían, ahora quedan en los bordes, o el fatal tiro "raro" que echa a perder una excelente vuelta. Cuando esto sucede, hay que tener mucha paciencia, y tener la tranquilidad de que los buenos momentos volverán en cualquier momento. Lo que no es recomendable es iniciar procesos de experimentación, producto de la desesperación. Esto es especialmente válido con el putter.

Como ya hemos visto, mi método mental se basa en que lo clave para jugar buen golf bajo presión está en la capacidad para "switchearme" al lado derecho del cerebro. El lado izquierdo es malo para el golf porque es demasiado lógico, demasiado "adulto" y demasiado negativo. Piensa en lo que sucedió en el pasado (ej: me fuí al agua en este hoyo el otro día), o en lo que pasará en dos hoyos más. Por otra parte, el hemisferio derecho gobierna la mente subconciente que es  es mucho más positiva y creativa. Está en el presente, visualiza mejor las soluciones a un problema, imagina muy bien y es muy creativo. Recuerda patrones y permite estar en un estado casi de ensueño ("in the zone"), óptimo para la problemática del golf competitivo.

Recientemente encontré un experimento científico realizado en EEUU con golfistas de bajo handicap que demuestran las bondades del "switcheo" hacia el lado derecho de la mente.

Unos veinte buenos golfistas participaron en el experimento controlado por la Doctora Crews de la Universidad de Arizona. Se trataba de medir la actividad cerebral a través de electroencefalogramas mientras los participantes trataban de embocar putts de mediana distancia bajo distintos grados de "presión" inducidas. Las principales conclusiones observadas fueron:

miércoles, 8 de julio de 2009

El "switcheo" al lado derecho del cerebro

Han pasado seis meses desde que escribí la cuarta parte de mi serie, Golf es 80% mental, y sigo progresando en la efectividad del método.

Gané Seniors en Araucarias con un score de uno bajo el par (72 y 69), y la verdad es que fue una excelente prueba, ya que el segundo día hubo mucha presión, con grandes jugadores como son Tom Almojuela y Michael Grasty persiguiéndome y, además, jugando conmigo en el mismo grupo, lo que tiende a acrecentar la presión.

Recientemente, ampliando mi método, he concentrado los esfuerzos en saber qué hacer entre tiro y tiro.

Lo que pasa es que el golf es uno de los pocos deportes en que uno tiene mucho tiempo para pensar entre tiros, demasiado tiempo, diría yo. Cuando uno está bajo presión, lo ideal sería no tener que esperar, y poder jugar mucho más fluidamente. Más aún, en campeonatos, el juego tiende a ser más lento aún, debido a la demora de los jugadores de los grupos que están adelante del nuestro.

Como hemos visto antes, cuando estamos bajo presión, tendemos a pensar demasiado, y el resultado es irnos al "lado izquierdo" del cerebro, el que gobierna la mente racional. Esto resulta fatal, ya que empezamos a cuantificar todo, comenzamos a pensar en lo que hicimos el hoyo anterior, y en lo que queremos hacer dos hoyos más adelante. Tendemos a pensar en la mecánica del swing y el resultado es que nos mecanizamos y rigidizamos. Tendemos a pensar en los peligros que acechan y perdemos la confianza. Al final, nada sale bien y el score es, probablemente, horrible de malo, y muy superior a nuestro performance normal, sin presión.

Bob Rotella, el famoso psicólogo del golf, le enseñó a Padraig Harrington a sonreir en la cancha porque "si estás serio, piensas demasiado, y mucho más que cuando sonries, o te ríes". En un artículo anterior expresé mi gran admiración por Felipe Aguilar porque está siempre contento y sonríe mucho en la cancha.

Ahora bien, lo que intento hacer es poder, a voluntad, "switchearme" desde el lado izquierdo del cerebro, al lado derecho. Ya sabemos que para jugar gran golf bajo presión el lado izquierdo no sirve, porque este lado del cerebro es malo para procesar mucha información simultanea. Conviene, entonces, estar en el lado derecho; el lado que gobierna la mente inconciente y que  nos permite "estar" en el momento presente. El lado de la intuición, de las sensaciones, de la paz interior, el lado que permite estar "in the zone"; el capaz de recordar automáticamente los complejos patrones de tiros que hemos realizado con éxito mil veces.

Encontré un libro muy interesante escrito por una neuróloga de Harvard que a los 39 años sufrió un derrame cerebral, y que le "borró" el lado izquierdo del cerebro, pero le quedó intacto el lado derecho. Tuvo que aprender a caminar, comer, hablar y muchas otras cosas de cero, pero, en todo momento pudo apreciar y disfrutar de las tremendas bondades del lado derecho del cerebro, incluyendo cosas como paz interior, sensaciones, vizualización, patrones y otros.

La autora, en este libro cuenta su historia de recuperación y de auto observación, desde el punto de vista de su propio expertise médico. Hoy es celebridad en EEUU y frequente invitada a los más importantes programas de TV y charlas en las universidades. Pero, para mí, lo clave es el capítulo en que describe las técnicas que propone para "switchearse" del lado izquierdo al derecho, y como mantenerse lo más posible en el lado derecho.

Para mí, algunas de sus técnicas, que son muy simples, son ideales para ser usadas entre tiro y tiro en la cancha de golf y, especialmente, cuando uno está bajo presión. Alguno de mis amigos me han visto haciendo unas cosas más o menos raras ultimamente, en la cancha, entre tiro y tiro. Hasta el momento parecen funcionar, pero para no hacer el ridículo más espantoso, me las voy a guardar para mí, por un tiempo, hasta comprobar que realmente funcionen.