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martes, 30 de junio de 2020

¿PORQUÉ EL GOLF ES TAN SUFRIDO? (y algo, en esta línea, sobre la semana de Niemann y Pereira en EEUU).

No es sorprendente que el golf de elite sea tan apasionante.

El lamento de Collin Morikawa en el Colonial
Los primeros torneos del PGA Tour, post receso por el Corona Virus, nos ha proporcionado múltiples casos para ejemplificar la pregunta del título de nuestro artículo de la presente semana.

Hemos visto a un Ricky Fowler sin poder hacer cortes.

Vimos un Rory que se declaró frustrado por sus "mediocres" performance en los tres primeros torneos, y declarando que necesita un descanso de dos semanas y que quiere apretar el "reset button".

También vimos a golfistas de la talla de Schaufelle y Morikawa "arrugar" en putts de tres pies, que les privó de ganar en Colonial; y en los dos torneos posteriores parecieron no poder sacudirse de la depresión.

Jordan Spieth, el otrora niño dorado del golf mundial, exuda frustración al no poder levantar cabeza los fines de semana, terminando al fondo de los tableros los Domingos del RBC Heritage y del Travelers.

Justin Thomas, quien parecía imbatible, y candidato a ganar en Colonial y el RBC Heritage, no pudo hacer el corte en el Travelers. Su tocayo, Justin Rose, también candidato a ganar siempre, tampoco pudo hacer el corte en el Travelers.

Y.........quien puede entender la "arrugada" de un grande como Phil Mickelson, pegando un filazo de un bunker a un fuera de cancha para entregar, en bandeja, su posibilidad de ganar el Travelers. Y el tremendo desplome de Brendon Todd, doble ganador en el PGA Tour esta temporada, que lideraba el Travelers, ante ayer domingo, con un shank para un triple bogey, y para obsequiarle el torneo al fenómeno del golf Mental, Dustin Johnson.

He escrito sobre este tema varias veces, pero no es malo repetir las razones por las cuales existe tanta presión en el golf y porqué es tan difícil.

Las principales son las siguientes:

El golf, muy mayoritariamente, se juega en modalidad "medal" o "stroke" play. Todo golpe cuenta y se acumula y significa que un solo golpe malo puede arruinar una ronda y un torneo. Esto incrementa la presión, sideralmente, en comparación con el tenis, por ejemple, donde un competidor se puede reponer fácilmente de un punto, juego o set perdido, para llevarse la victoria.

Y siguiendo con la comparación con el tenis, recojo lo señalado por Paco Alemán en una reciente entrevista. Los grandes en el tenis ganan mucho porque el sistema de "match play" los lleva a ganar muchos más partidos que los que pierden. Pero los grandes golfistas sólo ganan  entre 2 y 10% de los torneos que juegan, con la excepción de Tiger Woods, que gana el 20%.

Esto de perder mucho no es bueno para la psiquis del golfista. En definitiva en golf cuesta mucho que se aplique el antiguo adagio de "winning breeds winning". Más bien, en la elite del golf mundial, se observa infinitamente más el "losing breeds losing".

La decepción de Xander Schaufelle
Otra razón para la referida dificultad, es que las canchas de golf están repletas de obstáculos. Si bien es verdad que se le golpea a una bola estática, también es verdad que el golf tiene más trampas, viento y obstáculos (arena, pasto largo, desniveles, fueras de cancha, árboles y agua) que cualquier otra disciplina deportiva con la posible excepción del mountain bike y el motocross en cerros.

Y para cerrar el círculo de las dificultades del golf, está el hecho que la mitad de los golpes se efectúan sobre unos greens, normalmente rapidísimos y ondulantes, intentando embocar la bola en un hoyo pequeñísimo de sólo 10.8 centímetros de diámetro.

Todos estas variables de dificultad han transformado al golf en una verdadera pasión mundial, con millones de fanáticos que juegan y siguen los torneos de la elite, ya sea presencialmente o por la televisión, con singular entusiasmo. La excelente organización de torneos por parte del PGA Tour de EEUU y del European Tour, han llevado al golf profesional a un sitial de popularidad, prestigio y competitividad sin paralelo en el ámbito del deporte mundial.

Las millonarias bolsas y auspicios han atraído a los mejores golfistas del mundo a estos tours de elite, lo que ha llevado el espectáculo y la calidad de la competencia a un nivel sensacional.

Pero, volviendo al tema de fondo de este artículo, simplemente todos los grandes golfistas que han existido han tenido su cuota de desastres, decepciones y sufrimiento. Y esto se debe, precisamente a las dificultades señaladas.

Phil Mickelson y Sam Snead no pudieron ganar nunca el US Open a pesar de llegar segundos en múltiples oportunidades.

El español Sergio García sufrió lo indecible hasta que al final, en 2017, pudo ganar un Major, el Masters 2017, casi en sus 40 años de edad.

Greg Norman, por años N° 1 del mundo, no pudo nunca con el Masters, aunque dijo urbi et orbi que era su máxima aspiración.

Jean van de Velde colapsó en el hoyo final del British Open 1999. Necesitaba un doble bogey 6 para ganar el torneo, pero hizo 7 para luego perder en un playoff.

Y existen mil historias similares.

Entonces, uno de los desafíos más importantes que debe manejar todo golfista, tanto de elite, como de fin de semana, es el buen manejo de las expectativas y muy especialmente, el manejo psicológico de los frecuentes "desastres" que, inevitablemente, deben enfrentar.

Este manejo Mental de desastres es crucial, porque la Mente Inconsciente, la que controla los movimientos del cuerpo y el swing de golf, tiene la capacidad de recordar todos los acontecimientos de nuestras vidas.

Este reciente fin de semana nuestros dos representantes Chilenos en los tours de EEUU tuvieron que enfrentar situaciones de decepción.

Guillermo Pereira, en el torneo Korn Ferry de Utah, no hizo el corte, el viernes pasado, por un sólo golpe. Una pena ya que Mito jugó bien ese Viernes, con cuatro bajo el par para quedarse fuera del fin de semana por segunda vez en tres semanas.

Crucial es no darle demasiada importancia a estos dos cortes fallados, y concentrarse en varias de las excelentes rondas realizadas por él en estas tres semanas. También disfrutar del hecho de que sigue N° 1 en el ranking del Korn Ferry Tour.

Joaquín Niemann, por su lado, tuvo un domingo para el olvido anteayer en el Travelers Championship.

Cinco sobre el par para caer al fondo del tablero desde el lugar T26. Treinta y seis putts, y un juego de cancha bajo su nivel habitual lo llevó a esta ronda, tal vez la peor de su campaña como profesional.

Ha sido tan fantástica la trayectoria de Niemann desde su debut en el  PGA Tour que en Chile ha causado sorpresa y algo de preocupación lo sucedido en esta ronda final del Travelers.

Pero, la verdad, es que lo sucedido a Joaco es algo absolutamente normal. Suponemos y deseamos, eso sí, que no tuvo lesión mi enfermedad que lo pudo haber afectado.

Un breve resumen de lo sucedido anteayer sería el siguiente:

Hasta el sábado, Joaco venía basando su juego en una excelente performance de Tee a Green donde le había ganado al promedio de sus competidores por poco más de 7 golpes acumulados para el torneo (quinto en el ranking Strokes Gained/Lost Tee to Green).

Y, sobre el green, en el segmento crítico de putts para birdie, desde 5 a 20 pie, estaba empatando el performance del field. Sólo había evitado que Joaco fuera top 20 entrando al último día, el hecho, anterior (el viernes), de dos desafortunados tres putts, desde cerca, lo que lo relegaron al lugar T26.

Y Niemann estaba optimista para el domingo y así lo manifestó en un Tweet donde mostraba su birdie en el par 3 final del Sábado y ratificaba su entusiasmo para una buena arremetida el día final.

Pero no sucedió. Y la verdad un día domingo muy desafortunado y sufrido para él en el Travelers.

Veamos lo sucedido según las estadísticas de PGA Tour.com.

Pero antes, convengamos que otro top 30 hubiese sido un muy buen resultado para Niemann en su tercer torneo consecutivo de retorno al Tour. Para llegar a este resultado hubiese requerido de un 67 para -11, o sea -3 para el día final, ya que partía con -8.

O sea, "perdió" ocho golpes versus este "objetivo", ya que finalizó con un +5, 75 golpes, y lugar 63 para el torneo.

¿Qué sucedió?

Los ocho golpes cedidos con respecto a sus contrincantes "se perdieron" como sigue:

Sobre el green:

Un tres putt en el hoyo 5, le costó un golpe.

Golpeó seis putts entre 5 y 20 pies y no embocó ninguno. Aquí perdió dos golpes versus el "baseline" estadístico que maneja el Tour.

Joaco venía golpeando 9 putts ente 5´ y 20´pies, con posibilidad para birdie, en sus primeros tres días del torneo. Este "deficit"  de tres intentos menos para birdie durante el día final le costó, muy probablemente, otro golpe, según su efectividad normal de los tres días anteriores.

Raya para la suma, una "pérdida" de cuatro golpes sobre el green y un total de 36 putts para su ronda final, lo que  es mucho.

Y Joaquín perdió cuatro golpes adicionales, el domingo, según la estadística Strokes Gained (lost) Tee to Green, ya que su efectividad de Greenes en Regulación cayó  al 50% desde más del 80% los tres días anteriores.

¿ Un desastre?

Para nada !!!!!!.......Le ha sucedido a todos los grandes golfistas, y lo que sucede es que Joaco nos tiene mal acostumbrados a grandes performance y a magníficas "zafadas" cuando está "contra la muralla".

¿ Cuál es la fórmula para minimizar la decepción?.

Simplemente concentrarse en olvidar rápido, tomar el traspié del domingo con humor y concentrar la atención en sus tremendos logros de estos meses.

Vamos viendo, porque el curriculum de este ex N 1 del ranking mundial amateur es sensacional:

Ganador del LAAC de enero 2018 y juega el Masters en abril de ese año, en su despedida del amateurismo.

Logra su tarjeta para el PGA Tour con los invitaciones especiales a partir de mayo del 2018, sin tener que pasar por el Korn Ferry Tour. Algo que han hecho muy pocos.

Juega los playoff Fedex de la temporada 2018/2019 y retiene, con comodidad, su membrecía para la temporada 2019/2020 del PGA Tour.

Gana su primer torneo, el Military Tribute, en septiembre de 2019, el primer torneo de la temporada 2019/2020 y asegura su presencia en el PGA Tour hasta Agosto del 2022.

Es elegido para el equipo de la Presidents Cup de diciembre 2019.

Actualmente Niemann es N° 17 de la Fedex Cup y N° 63 del Ranking Mundial (OWGR) y es uno de
aproximadamente 15 golfistas que lograron sortear los tres cortes en este regreso al golf de alta competición. Está en buena compañía junto a Rory, Bryson, Poulter, Zach Johnson, Ancer, Vegas y unos pocos más.

Resumiendo, entonces, se trata de no contaminar jamás la "grabadora golfística" (Mente Inconsciente) con situaciones que pueden, en su momento, parecer graves, pero que, en verdad, son muy normales en un juego tan difícil como el golf. Y a positivar, disfrutar de los grandes resultados de los últimos meses y tener siempre mucha paciencia.

Espero que en estos días, aprovechando su semana de descanso, Niemann se esté riendo de este mal día con su Team y sus amigos, tal como se rieron de su "providencial resultado" en el TOEFL del 2018, que le "permitió" hacerle el quite al golf universitario y lograr su fenomenal arremetida en el golf profesional.


















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