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viernes, 28 de junio de 2019

¿ PUTT O JUEGO LARGO ?.......COMPROBACIÓN ESTADÍSTICA

El golf normalmente se juega en canchas de 18 hoyos, y el "standard" son cuatro hoyos par 5, cuatro hoyos par 3 y diez hoyos par 4.

O sea, 36 golpes en la cancha y 36 golpes sobre el green (dos putts por hoyo).

En una primera mirada, se pudiese decir que ambas facetas del golf, juego largo y juego sobre el green, son igual de importantes, ya que se pegan el mismo número de golpes de cancha que golpes de putt.

¿ Pero, será verdad esto?

Gracias al magnífico sistema estadístico SHOTLINK, del PGA, Tour ahora tenemos la respuesta.

El juego de tee a green es mucho más relevante que el putt, para tener éxito en el golf.

Y.....¿qué hice para demostrarlo?.

Miré tres estadísticas del PGA Tour para las temporadas 2016, 2017, 2018, y año a la fecha 2019, y la correlación y resultados fueron muy parecidos año a año, y la conclusión de que el juego de cancha es más importante para el éxito en el golf, es, en mi opinión, muy contundente.

Vamos viendo y explicando la metodología:

Para ver quienes eran los golfistas más exitosos de cada temporada identifiqué a los top 10 en el ranking de los puntos FEDEX para cada una de las temporadas señaladas.

Para ver quienes eran los mejores jugadores de cancha, utilizé la estadística de SHOTLINK, STROKES GAINED/ (lost) TEE TO GREEN.


Esta estadística mide, con laser, cada golpe pegado por golfistas PGA Tour desde el tee hasta arribar al green (antes del primer putt), y compara el performance de cada jugador con el promedio del "field" por cada ronda jugada. Esto se muestra en un ranking acumulado donde el golfista más efectivo en la cancha le gana "golpes por ronda" al promedio de sus contrincantes.

Y para ver quienes eran los mejores jugadores de green, utilizé la estadística de SHOTLINK, STROKES GAINED/ (lost) PUTTING.

De la misma manera, esta estadística mide, con laser, cada putt sobre el green por cada golfista del PGA Tour, y compara esta performance individual con el promedio del "field" por cada ronda jugada.

Para mayor información y comprensión sobre el sistema estadístico SHOTLINK, se puede leer mi artículo al respecto: "EXPLICACIÓN DEL CONCEPTO STROKES GAINED/(lost) DEL PGA TOUR".

Entonces decidí determinar, por año, cuantos de estos golfistas top ten en la FEDEX eran, al mismo tiempo top 20 en cada una de las otras dos estadísticas.

Para ver cuan relevante para su éxito era su performance de cancha, observé cuantos de los golfistas FEDEX top ten estaban, también, top 20 en el ranking de la estadística STROKES GAINED/(lost) TEE TO GREEN (previo a cualquier putt).

Y para ver cuan relevante  para su éxito era su performance sobre el green, observé cuantos de los jugadores FEDEX top ten eran, también, top 20 en el ranking de la estadística anual STROKES GAINED/(lost) PUTTING.

Los resultados fueron sorprendentemente consistentes a través del tiempo, y son los siguientes:

AÑO                                      2016            2017         2018        2019
                                                                                                 (año fecha)

GOLFISTAS FEDEX
TOP 10, tb TOP 20 en              6                  8                8               8
Strokes gained/lost
TEE TO GREEN

GOLFISTAS FEDEX
TOP 10, tb TOP  20 en              2                  2                0               2               
Strokes gained/lost
PUTTING

Resumiendo, en promedio, y en un período de cuatro años, casi 8 de los 10 mejores golfistas de cada año basaron su éxito en su juego de tee a green, previo a golpear su primer putt.

Y, en promedio, y en un período de cuatro años, sólo 2 de los 10 (excepto el año 2018 en que no hubo ninguno) mejores golfistas de cada año, basaron su éxito en su juego del putt.

OBSERVACIONES:

1. Es raro encontrar un gran jugador de cancha que también sea un gran jugador de putt.

En los cuatro períodos considerados, sólo 2 golfistas top 10 aparecieron, en un mismo año, en el top 20 del juego de cancha y el top 20 del juego sobre el green.

Se trata de Ricky Fowler quien fuera séptimo en el ranking FEDEX del 2017, y que fue primero, ese año, en Strokes Gained Putting y trece en Strokes Gained Tee to Green.

En el año 2016 también lo logró Jason Day. Ese año fue sexto en el ranking FEDEX y primero en Strokes Gained Putting, y catorce en Strokes Gained Tee to Green.

2. Lo anterior, me lleva a una reflexión ya hecha en mi artículo "MI TEORÍA MENTAL DEL PUTTER" y que tiene que ver con una tremenda realidad sobre lo difícil que es embocar putts de más de ocho pies (2.5 metros).

La probabilidad de embocar de esta distancia, según la observación de años de SHOTLINK y el PGA Tour, es de sólo 50% y esta probabilidad decrece exponencialmente
en la medida que nos alejamos del hoyo, según el siguiente cuadro:

DISTANCIA                                                % PROBABILIDAD PROMEDIO DE EMBOCAR

5 pies y menos                                                                            81,5 %
(1.5 mts y menos)

5.01 a 10 pies                                                                              50.5%
(1.51 a 3 mts)

10.01 a 15 pies                                                                            30.5%
(3.01 a 4,6 mts)

15.01 a 20 pies                                                                            19.6%
(4.61 a 6.1 mts)

20.01 a 25 pies                                                                            13.1%
(6.11 a 7.6 mts)

Mayor de 25 pies                                                                          5.5%
(mayor a 7.61 mts)


Menciono esto porque está comprobado que los golfistas de buen juego largo, los que hacen muchos greens en regulación, al tener que tirar putts de distancias superiores, en promedio, que los golfistas que hacen mucho approach y putt, por definición y por lo que nos indica la tabla de probabilidad de emboque de más arriba, van a errar más, y sus estadísticas de Strokes Gained Putting tenderán a ser peores.

Es así como hemos visto en el artículo de "MI TEORÍA MENTAL DEL PUTTER", y refrendada por los números de la actual temporada 2018/ 2019, en curso, los 20 mejores en la estadística de Greens en Regulación, sólo alcanzan, en promedio, el lugar Nº 89 en Strokes Gained Putting.

Y, el caso reversa, los 20 mejores en Strokes Gained Putting sólo alcanzan, en promedio, el lugar 136 del ranking Greens en Regulación (considerando un universo de 203 golfistas PGA Tour).

3. Pero, volvamos al tema central de este artículo en el cual se ha demostrado, creo yo, que es mejor ser un gran jugador de cancha que un gran jugador de putt.

De hecho los grandes golfistas de la era moderna del golf fueron grandes "ball strikers" y reconocidos por su juego largo, y casi nunca por su habilidad sobre el green:

Me refiero a Hogan (tuvo yips al final de su carrera), Snead (terminó jugando el putt al estilo croquet), Nicklaus y Watson por mencionar a algunos.

Y actualmente tenemos los casos de Rory McIlroy, Dustin Johnson, Gary Woodland y Sergio Garcia, eximios jugadores de cancha y que muchas veces se les observa sufriendo sobre los greens.

4. ¿Qué practicar más ?. ¿Juego largo o putt?

Las estadísticas que he visto, permiten señalar que es más fácil lograr mejorías de score via una inversión de práctica y entrenamiento en el juego largo, que invirtiendo el mismo esfuerzo en intentar mejorar el putter.

Esto porque existe más margen de maniobra en el juego largo que en el putt.

En el juego largo, podemos mejorar la distancia y dirección desde las partidas, podemos aprender a mejorar nuestra planificación de tiros, o podemos mejorar nuestros wedges a green, o la precisión del bunker, o, tiros alrededor del green.

Por otra parte, sobre el green podemos practicar por horas putts de 15 pie para arriba, pero la probabilidad de embocar consistentemente desde estas distancias es imposible, por lo que tenderíamos a perder el tiempo.

Los números que observamos en las estadísticas de Strokes Gained/(lost) Putting y Strokes Gained/(lost) Tee to Green (previo al primer putt) nos confirman que se puede mejorar más en el juego largo que en el putt.

En efecto, entre los mejores y peores golfistas del PGA Tour para el juego largo (estadística 2018/2019 año a la fecha de Strokes Gained/(lost) Tee to Green) existen 3.2 golpes por ronda de diferencia (los mejores están alrededor de 1.8 golpes por ronda mejor (strokes gained) que el promedio del conjunto de los jugadores, mientras que los peores del juego largo están alrededor de 1.4 golpes más abajo (strokes lost) por ronda que el promedio.

Entonces existe un buen margen de maniobra para mejorar el juego antes de llegar al green.

Pero, en el putt, la estadística nos muestra claramente,  un menor margen para mejorar.

Los mejores en Strokes Gained Putting le ganan a los peores (strokes lost) sólo par 1.4 golpes por ronda, a diferencia de los 3.2 golpes observados en el juego de cancha. Los mejores en strokes gained putting, le ganan en 0.78 golpes por ronda al promedio, y los peores pierden 0.61 golpes por ronda.

Por otra parte, cabe señalar que el putt es un golpe muy corto y sencillo en comparación a la mayoría de los "swing" requeridos para golpes de cancha.

Existe muchas formas  distintas para golpear el putt, y cualquiera de ellas puede ser efectiva. El putt tiende a ser un golpe más intuitivo que técnico, donde la práctica intensiva no necesariamente produce resultados tan efectivos como la práctica del juego largo.

Me recuerda, este punto, un cuento del gran Coach Mental, Bob Rotella, en su libro "The Unstoppable Golfer".

Estaban en un putting green y Ángel Cabrera, quien ya había ganado sus dos Major, estaba pasando muchísimo tiempo sobre el green ya que sentía que no embocaba suficiente.

"Bob, cuando estoy en un tee soy el rey y miro y le pego donde quiero, pero en el green, me enredo", Según Rotella, simplemente Cabrera debía adoptar sobre el green la misma actitud que usaba con el drive, donde pegaba, dada su tremenda confianza, desde el inconsciente.

Y yo agregaría que, posiblemente, Ángel, no comprendía, a cabalidad, las bajas probabilidades de embocar, desde un poco más lejos, y entró en un proceso de sobre exigencia consciente.

CONCLUSIONES:

1. La evidencia es categórica en que el juego largo es más influyente en la obtención de mejores scores y resultados en el golf, que el juego sobre el green.

2. En consecuencia, hay que invertir el mayor tiempo de práctica en toda la gama de tiros desde el drive a los tiros alrededor del green.

3. Para jugadores de handicap bajo es más rentable practicar los tiros cortos a green, desde 150 yardas hacia adentro, que invertir el mismo tiempo en la práctica de putts medianos y largos. Lograr cercanía mayor al hoyo en los approach desde entre 150 y 50 yardas aumenta exponencialmente la probabilidad de embocar mayor cantidad de putts.

3. Reitero lo señalado en mi artículo "Mi Teoría Mental del Putter";

"El golfista debe concentrar su práctica sobre el green en desarrollar una alta efectividad en embocar putts de dos metros y menos. Como en este tramo la probabilidad de embocar es alta, aquí es donde una buena técnica, un buen método y una buena "rutina" realmente produce dividendos.

Y aquí es donde podemos construir confianza en nuestra técnica.

La práctica de putts de mayor distancia a los dos metros debe concentrarse en la velocidad y distancia, y en la visualización del recorrido de la pelota, y en dejar la pelota cerca del hoyo o, ojalá, "dada".

Un buen putt de distancia NO ES EL QUE ENTRA. Un buen putt de distancia es el que queda al lado del hoyo......y "dada"........y si llega a entrar es un bonus adicional.

En putts de bajada, largos y cortos, LA ÚNICA PRIORIDAD es dejar la pelota "dada".......si llega a entrar.......es un bonus".

Entonces, a fortalecer nuestra práctica y entrenamiento en el ámbito del juego largo y alrededor del green, y no exagerar, en demasía, la práctica del putt.









   

1 comentario:

Jonathan dijo...

¡Un excelente estudio y es muy generoso, como siempre, en comparitr tus relevantes lecciones, Cookie!